Francisco Dumler, catedrático en gestión de crisis en Centrum PUCP, el Plan de contingencia de Sedapal y su impacto frente a un movimiento telúrico de gran magnitud.
Se estima que si un sismo de una magnitud superior a 8 daña la planta de La Atarjea, pondría en peligro el suministro de más de 7 millones de habitantes en Lima. Un 35% de tuberías en la capital tienen entre 40 a 50 años de antigüedad.
Lima ya se quedó sin agua por un fenómeno natural. En marzo del 2017, el Fenómeno El Niño trajo lluvias intensas que provocaron el cierre de la planta de tratamiento de agua La Atarjea, que actualmente abastece cerca del 70% de la capital. De esta forma, y durante varios días, incluso hasta semanas en algunas zonas, el servicio se cortó en 27 distritos. Nadie resultó ajeno a la escasez del servicio básico de todo ser humano.
De ocurrir un terremoto de una magnitud de 8.8 en Lima, tal y como lo proyecta el IGP, provocaría graves daños en las infraestructuras de viviendas y estructuras de la capital. Al 2021, las proyecciones de Sedapal y del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), estiman que de ocurrir importantes daños en las plantas de producción de agua habría una paralización total del servicio por al menos 72 horas. Dos años después, ¿esta proyección continúa?
Para Francisco Dumler, expresidente del directorio de Sedapal y exministro de Vivienda, el mayor daño ocurriría si es que la planta de La Atarjea fuese la más afectada. Se trata de la “apuesta más fuerte que tenemos” como suministro de agua en Lima.
Según estimaciones hechas por Sedapal en el 2021, si se perdiera una de las dos plantas que conforman La Atarjea, el 75% de los pozos, el 0.5% de redes primarias, el 30% de las redes secundarias, el 25% de los reservorios secundarios y el 70% de las estaciones de bombeo. Sin agua, la situación podría incluso empeorar por el colapso del sistema de alcantarillado por daños en el 23,4% de las estaciones de bombeo y el 42% de redes secundarias.
Un tsunami, además, afectaría las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de La Chira y Taboada, que captan el 80% de los desagües de la ciudad.
Plan de contingencia
Para el también catedrático en gestión de crisis en Centrum PUCP, Francisco Dumler, todo en papel se ve “muy bonito”, por lo tanto, el Plan de contingencia de Sedapal recién se podrá ver si funciona al ocurrir un movimiento telúrico que colapse o rompa dos a tres tuberías.
“Sedapal hizo un plan de contingencia, que está vigente hasta hoy, para saber cómo enfrentaremos un sismo de grado superior a 8. Se hizo todo un análisis de lo que teníamos que revisar y hay expertos que trabajan las 24 horas, los 365 días al año, pero la real experiencia será cuando ocurra”, argumenta Dumler.
Por otro lado, destaca que tras la experiencia del Fenómeno El Niño en el 2017, ya los expertos y técnicos de Sedapal saben responder ante la paralización de agua, sea por terremoto, rotura de matriz o turbidez de agua.
Antigüedad en las tuberías de Lima
Un punto importante dentro del plan de contingencia de Sedapal son las tuberías, la estrategia de la entidad contempla la ruptura de tuberías. ¿Son estas más vulnerables acorde a su antigüedad?
En el 2021, teníamos el 19% de tuberías con una antigüedad mayor a los 40 años. A la fecha, el 35% de tuberías – según refiere Dumler – tienen una vida útil de 40 a 50 años; es decir, son bastante antiguas y deben ser renovadas. Sin embargo, no se ha hecho nada al respecto.
“Se ha elevado la cifra con respecto al 2021, pero cambiar las tuberías, con el método de zanja abierta, que demora tres años, en una vía principal sería un caos total”, argumenta Dumler.
Consejos para ahorrar agua durante una emergencia
El agua no solo la necesitamos para beber, sino también para preparar comida, bañarse, cepillarse los dientes y lavar utensilios. Debido a que no podemos predecir la fecha exacta de un terremoto ni el tiempo de duración de la emergencia, aquí algunos consejos para ahorrar este líquido:
- Beba el agua que necesite en el día, la que su cuerpo le pida.
- Limite las actividades que realice para mantenerse fresco y así minimiza la cantidad de uso de agua.
- Dentro de casa, encuentre algunas fuentes de agua seguras como: tanque de agua caliente, tuberías, cubos de hielo.
- Busque fuentes de agua de emergencia fuera de su vivienda, las cuales pueden ser: agua de lluvia, ríos, arroyos y otros cursos de agua, también pueden ser lagos y estanques.
- Aplique el tratamiento casero para el agua que consta de hervir, utilizar cloro líquido o destilar el elemento.