La actividad económica en el Perú habría crecido alrededor del 13.2% en el 2021 según el último Reporte Inflación del BCR. Parte importante de esta alta tasa responde a una reducida base de cálculo en el 2020, producto de la contracción del Producto Bruto Interno en -11%. El otro factor explicativo se sustenta en la recuperación de la economía mundial, que responde en parte a similar distorsión estadística que la nuestra.
No obstante, una variable efectiva y representativa de estos vientos externos favorables es la existencia de precios de metales como el cobre en máximos históricos. ¿El favorable contexto externo continuaría el 2022? El FMI advierte que no, por lo cual el resultado económico en el Perú en el 2022 dependerá más de la gestión macro local. ¿Qué explicaría este contexto menos favorable este año?Veamos algo de ello.
“La performance de ese avión llamado economía peruana dependerá más de la pericia del piloto de la aeronave, pero con un plan de vuelo y destino claros y conocidos por los pasajeros”,
Es claro que el efecto del rebote estadístico en el PBI mundial también se iría disparando con el pasar de los meses, al incrementarse la base de cálculo referencial para medir la evolución de esta variable; de allí que el último Reporte de Inflación de diciembre 2021 del BCRP, señala que la economía mundial que habría crecido 5.7% el 2021, este año solo lo haría en 4.3% el 2022.
Pero en adición al sobredimensionamiento estadístico, se proyecta una serie de eventos externos para este año adversos al crecimiento económico: i)Nuevas olas del contagio del COVID-19, ii)Una inflación persistente a escala mundial y iii) El impacto financiero adverso que próximamente tendría la adelantada (por los mercados) subida de tipos de interés en Estados Unidos sobre los países altamente endeudados en dólares, estando sus ingresos tributarios nominados en moneda local.
Autor: Kurt Burneo
Lee el artículo completo publicado en el Diario Gestión.
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