Ser nuevo en la empresa es la oportunidad para observar y proponer
José acaba de ser contratado como analista en una empresa. En su tercera semana, ha participado de varias reuniones de la empresa, pero hasta el momento no ha osado compartir su opinión, a pesar de que tiene ideas que considera podrían ser de utilidad para la empresa. José tiende a hacerse preguntas como: ¿por qué la compañía hace esto de esta manera?, ¿por qué siguen utilizando este proceso? O, ¿existe alguna manera más eficiente de llevar a cabo este objetivo?
El emprender el viaje de ingresar a una empresa es un proceso entretenido, pues nos adentramos en una nueva cultura y tenemos la oportunidad de experimentar y aprender cosas que no habíamos visto antes o que vemos desde una nueva perspectiva. Sin embargo, por más que este proceso pueda sonar divertido, es un proceso exploratorio en sí, en el que nos sentimos muchas veces inundados por la nueva información y preferimos no decir lo que pensamos o proponer nuestras ideas por temor a ofender a alguien, porque nuestra idea no sea buena, o porque seremos considerados como inoportunos.
Sin embargo, ser nuevo en una empresa no implica lo mismo que ser novato. Y lo más importante es que hemos sido elegidos y contratados por nuestra combinación única de habilidades y manera de pensar, aquellas que serán tomadas en cuenta al momento de proponer una idea o aportar a la discusión. Asimismo, cuando ingresamos a un trabajo, traemos una perspectiva nueva e insesgada que nos permite ver las ineficiencias o aspectos de mejora donde a los demás se les dificulta.
Cuando busquemos hacer una intervención, intentemos buscar el momento adecuado, sin importar si tenemos una idea innovadora o solo un comentario, busquemos proponer soluciones en lugar de señalar errores, e investiguemos si se ha hecho algo en el pasado respecto a aquello que hemos observado o si ya se ha intentado algo parecido a nuestra sugerencia. Nuestra intervención podría tener un impacto significativo, pero, sobre todo, tendrá más beneficios que el quedarse callados.